sábado, 16 de junio de 2007

Tautología: Requiéscat in pace



Sanfre fusionada. Tengo que salir. Encontrar la existencia de uno.Correr hacia otros rastros no trazados. Es necesario decírtelo, como te lo dije todo anteriormente, la vida sin ti la he convertido en réquiem. Arías de mi cabeza. Adiós cariño siempre mío, eres idea más hermosa formada, guía maraviollasemente luminada que dadivosea luz. Si no nos merecemos, entonces ¿en dónde podemos ya caer? Vete al atario de tu novedad que yo cerraré este fracaso.


Temo tu visión de purrete para con la que te añora, porque mi estado pusilánime corre por las venas y es veneno, es la inocencia de sobra latente y hermosa que me permite encontrarme cuando menoscaba estoy.


Te cedo el saludo y si buscás, de nueva cuenta, estaré. Recrudezco la madera que me forjó, taló, embarneció. Recrudezco las manos que palparon mi cuerpo y tenía deseos de poseerme. Mas nunca se pintó esse cuadro y el semblante se ha recargado donde la culpa moja. Lo bello que el cuento hubiera sido para nuestros sentidos pero mi inseguridad repullada cuando me hablabas de la vida juntos, de tu espacio conmigo y para mí, me sobresalte ante lo que podía hacerme diferente, lo que hubiera sido la diferencia. Lo inesperado esperando sin ser. Y nuestro requiebro erró. Tu reteso no nos permitió verte una vez más y recompensar los sentimientos cerrados que merecian ser abiertos.


Me voy porque comprendí que no puedo inmiscuirme en tu vida nueva, cuando la intuición repentina llama al recuerdo intacto de un solo momento. Me atropella repetidamente y vuelvo a la razón sólo para encapricharme en hallarte de nuevo.
Te dejo y dedico mis retóricas: faz de mi superficie, siento haber sido la flor anómala que se dio las alas para nacer en alguna parte de ti. Se que no idealice una superchería.Y viví una de las leccionas duras: cuando perdés es cuando valoras y no sobra mas que seguir y dejar de llorar.
Hay días superbamentes que estas muy presente, pero no eres tú, son las palabras que no dije, todo lo que no se hizo y lo que estaba mas dentro de mi imaginación que fuera de ella. Seguiré fantaseando los puentes y bosques perdidos de Aviñón, hasta llegar ahí, sola o acompañada, y echar a volar tu memoria, no para sacarte, no para olvidarte, sino para que en los árboles se quede marcado.
Por toda esta sumisión mis reloquios te despiden y yo a ti. Es necesario dar por fenecido esta historia que dejo de pasar hace tiempo, para no volver a tratar de ella.

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