domingo, 17 de junio de 2007

Geografía humana


-La célula es la mínima unidad de vida-


Ubicarse en el Austral hace los días y las noches iguales, la única diferencia es la luz y oscuridad en cada una. Podríamos realizar en la noche lo que en el día. Pero, el organismo por otros organismos anteriores se ha ido acostumbrando a essas horas de psicomotricidad: creatividad, imaginación, ideas, acciones, proyectos.

Nadie muere por la rutina, sólo hay cansancio. Dentro de ésta hay descansos muy parecidos al deseo de morir y volver a la vida cuando ya se haya pasado la sensación de contingencia. Hay descansos, vacaciones efímeras, el sábado y el domingo santo, en fin. El paisaje y su clima también es buena distracción que hace a la rutina mas disfrutable; los sonidos naturales o los ya fabricados, todo aquello que entre por el oído y vaya directo al corazón, acompañan a este paisaje y la metamofosis en toda la gama de blancos, grises y negro del cielo también adornan al momento. Hay motivos para seguir postrados en un pedacito de la Tierra, por que, ¿quién nos garantiza que en algun otro lado, desconocido, puede pasar algo semejante?

Apróximadamente, en los meses siguientes, los de bilis negras sufrirán al ver pasar los días cortos y la llegada inmediata de sus noche largas, se revelarán por tanta lucidez de parte del día, acompañándolos. Es la llegada del solsticio de invierno; cierto que el frío que caracteriza al Invierno viene con la abertura de mentes vorágines: la sinestesia pasada vuelve como sensación y psicodelia. La vida, los huesos, la carne, el polvo, la escencia sin olor, conversaciones con el ángel, el renacimiento(...)Todo lo que nos haga sentirnos vivos y mientras lo estamos crearnos la trascendencia. La duración garantizada por la propia percepción interna muy fuera de la externa. Guardarnos una historia y forjarnos otras más gracias a esse motor."Los amores felices, no tienen historia"decía Tolstoi y quien tienen arte en su vida y vida en la muerte, debe renunciar a vivir.

La primavera y el otoño en el Austral vienen siendo días y noches iguales. El tiempo pasará igual en los dos hechos de rotación. ¿Y Verano? Los días de verano, rejuvenecidos o insolados, descansan del largo Invierno, educan al ocio o se quedan en la ruina gastando por el ocio, ocupan el presente sin susesiones o de ver pasar el tiempo. Cómo dice mi má en tono tanatólogo"El aquí y el ahora". En el verano, lógicamente,la visita del Sol es prolongada, los días son muy largos y quiero pensar que en las desveladas mediáticas y cortas de la noche la luna llena sea el reflejo del Sol, que esta del otro lado trabajando. Si pensamos bien, el Sol nunca esta ausente porque no se olvida de nosotros que ni siquiera nos conoce. Y en su estado de Luna llena deja su reflejo para en pocas horas retornar. Es uno de los sueños proximos del hombre: estar.
No sé porque estoy elogiando essa estrella mortalmente longeva, si sus rayos luminosos me tocan y me enojo y bajo la sombra lo disfruto más. Tal vez porque la lluvia, aunque soy su amante platónica, me hace daño.Pero para que la lluvia caiga, estoy conciente de que la presencia del Sol es imprescindible.

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