domingo, 29 de julio de 2007



Todo está lleno de agitación e inquietud aquí. Todo es lúgubre porque la luz es caprichosamente tímida. Todo es angustia. Las raíces trazan un esqueleto en la tierra y en todos los rincones se amontonan las hojas muertas...
Ahora que me asomo al ventanal y mis ojos miran muy de cerca al suelo, o bien, al cielo, ya no pienso en provocar llover. Nunca podré. El pensamiento se inclina a la desaparición así como a la extinción incompleta de mi estuche y el alma contenida, mientras afuera se cumple el ciclo de agua que por estos días volverá a repetirse...

El mundo es perfecto porque te da la oportunidad de desaparecer
y volver a encontrar.

No hay comentarios: